El diagnóstico del trastorno bipolar
descansa en criterios puramente clínicos, y por lo tanto sujetos a controversia
e interpretación.
En la enfermedad bipolar, se alternan tres tipos de situaciones:
-
Episodios depresivos, caracterizados por:
• Sentimientos de
desesperanza y pesimismo.
• Quejas vagas y difusas,
con alteraciones del apetito, sueño y libido.
• Dificultad en la
concentración y pérdida de memoria.
• Disminución de energía,
agotamiento, fatiga.
• Pensamientos de muerte
o suicidio; intentos de suicidio.
• Inquietud,
irritabilidad.
-
Episodios de normalidad o eutimia.
-
Episodios maníacos, que cursan con:
• Autoestima exagerada, o
sensaciones de grandeza.
• Euforia expansiva y
optimismo con sentimientos de omnipotencia.
• Verborrea, comportamiento
social desinhibido, sociable en exceso, osado e indiscreto.
• Disminución de la necesidad
de dormir.
• Pensamiento acelerado,
a menudo con fuga de ideas.
• Aumento del deseo
sexual y olvido de las consideraciones éticas.
Se llama episodio
hipomaníaco si lo que está presente es un episodio como el anterior, pero sin
llegar a provocar un deterioro laboral o social.
Se llama episodio mixto a
las alteraciones propias de la fase depresiva y alteraciones propias de la fase
maníaca.
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